Estos alimentos, propios de la dieta mediterránea, vuelven a estar de moda por sus múltiples beneficios. Son una fuente significativa de vitaminas, minerales, proteínas y fibra vegetal y su aporte de grasa es casi nulo.
El cuerpo emplea estas calorías de manera inmediata, en cuanto las recibe, y no las almacena de forma tan eficaz como las grasas. Además, la diferencia calórica que hay entre estos dos grupos de alimentos hace indudable que el consumo de hidratos de carbono es más adecuado cuando se trata de controlar el peso. Las grasas aportan 9 calorías por gramo y los carbohidratos, incluido el azúcar, tan sólo 4 calorías.
En los últimos años, su consumo había declinado en favor de una alimentación rica en proteínas de tipo animal y con exceso de grasa saturada. Ahora, con este estudio, se comprueba que reducir las grasas -especialmente las saturadas- y aumentar la proporción de carbohidratos, además de ser beneficioso para el corazón, parece favorecer la pérdida de peso.
Kilos de mas El sobrepeso o los kilos de mas es el resultado de un desequilibrio energético que se provoca cuando hay una ingestión calórica excesiva en relación con el gasto de energía de la persona. Al ingerir más energía de la adecuada, ésta se almacena en forma de grasa. El primer paso es reducir el consumo total de calorías al día. Al reducir el consumo total de calorías, hay que consumir menos de todo. Además de carbohidratos. Lo que se plantea es aumentar el porcentaje de hidratos sobre el total del aporte energético a costa de bajar el de las grasas.
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